10 de mayo de 2011

| Si quieres, solo si quieres.

Si quieres, podemos pasarnos la vida en un cruce de miradas continuo, pero silencioso. Puedes llamarme de vez en cuando, solo cuando me necesites en algo, y tratarme como si habláramos normalmente y fuéramos amigos de toda la vida, para después colgar el teléfono durante una semana o dos. Si quieres puedes olvidarte de que existo durante este tiempo, y más tarde, cuando te sientas sólo, vienes, me pides perdón y volvemos a empezar de cero. Si quieres, pienso en ti cada noche, pero no te digo lo que siento para no hacerte daño, y cada día que pasa finjo que lo he superado, y que estoy mejor que nunca. Si quieres, escribo que te quiero por todas las paredes de este pueblo , para que tú puedas borrarlo y escribir debajo que tú a mí no. Si quieres nos encontramos frente a frente un día cualquiera, si quieres no me contengo y te abrazo y si quieres, solo si quieres, vuelvo a recordar que antes mi ropa olía a ti. Si quieres, no te preocupes, puedes pedirme que siga pensando en ti el resto del tiempo, sin importarme en absoluto que tú no te acuerdes de que sigo ahí. Y si quieres algo más, si quieres te quiero, y sino, también.

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